Jesús María celebró este nuevo comienzo de actividades con una misa de apertura. El encuentro tuvo una sentido muy especial porque, por primera vez en mucho tiempo, contó con la participación de los padres, como era costumbre en nuestra comunidad para cada inicio de ciclo. Además, con esta celebración se abren los festejos por el 95 aniversario del colegio, que atravesarán de manera particular todas las actividades que se realicen durante este año. En este tiempo de Cuaresma, además, se ofreció la Misa para pedir por la paz del mundo.
Durante la celebración, y como un modo de celebrar los 95 años del colegio, cada camada pasó a “dejar su huella” en las letras JM, como signo de la construcción de vínculos sanos, de apertura al otro y de trabajo en equipo. A lo largo de todo el año, cada miembro de Jesús María irá dejando la suya en esas letras que quedarán como símbolo de nuestro ser comunidad.
Con mucha emoción, además, los presentes despidieron a Henry Murphy y Marcela Martínez Marquiequi, y reconocieron su entrega a Jesús María durante tantos años de trabajo. Asimismo, se brindaron palabras de agradecimiento para Gabriela Parra rjm, quien fue llamada a continuar su misión en otra comunidad de Buenos Aires.